El cuerpo de James había sido destruido continuamente por la Luz de Acme. Quería utilizar la Luz para estimular la vitalidad de su cuerpo y activar el potencial de su cuerpo. Durante un millón de años, se mordió los labios y soportó un sufrimiento interminable.

Las tres poderosas figuras del decimoséptimo espacio se rindieron hace tiempo. Se reunieron para jugar una partida de ajedrez. De vez en cuando, observaban a James y verificaban si había muerto.

Al principio, el pájaro seguía siendo de ayuda. Sin embargo, con el paso del tiempo, la esperanza del pájaro se disipó lentamente. Se sentó en el último piso del pabellón y se quedó mirando al espacio. Así pasaron casi un millón de años.

James yacía en el charco hecho con su sangre. Su carne había sido aplastada y todos sus huesos estaban casi rotos. Cuando solo le quedaba un poco de aliento, la vitalidad y el vigor se materializaron en uno de sus huesos, del que brotaron algunos poderes místicos.

Este hueso era el hueso de dragón, u