James vino a la Corporación Majestuosa para ver a Thea.

Después de reunirse con ella, se puso la ropa casual que siempre usaba.

“Esto es mucho más cómodo”, murmuró James.

Salió de la oficina y tomó el ascensor exclusivo hasta el primer piso.

Salió de la Torre Majestuosa y se paró al lado de la carretera para llamar a un taxi.

Thea salió de la Corporación Majestuosa, abatida.

Aunque se había encontrado con la persona que quería conocer, no logró ver su rostro.

Sin embargo, él desprendía una fuerte aura. Cada una de sus palabras y acciones podía influir en los pensamientos de los demás.

En ese momento, vio a James de pie junto a la carretera.

Se quedó perpleja.

“¿Eh?”.

Al escuchar su voz, James se dio la vuelta.

Al ver a Thea detrás de él, se rascó la cabeza con incomodidad. “T-Thea, ¿también estás aquí?”.

“¿M-Me estabas siguiendo?”.

Al ver la mirada nerviosa de James, ella comprendió al instante. Su rostro se ensombreció. “James, ¿no confías en mí? ¿Por eso me seguiste?”.