Yoan llevaba varios días esperando. Al entrar en la habitación, debió haber notado que James no estaba y salió de la habitación.

James se quedó inmóvil, sin saber qué decir.

Sin embargo, Yoan no hizo ninguna pregunta.

De hecho, él entró en la habitación de James para encontrarlo. Después de buscar en el patio y en la habitación, James no aparecía por ninguna parte.

Aunque Yoan no sabía adónde fue James y cómo reapareció repentinamente, no confrontó a James.

Él entendía que todos tenían sus propios secretos.

No era sorprendente que James tuviera un secreto propio.

“Algunos de los mayores de la academia han llevado a sus discípulos a la Secta de la Divinidad para participar en el Gran Torneo. Vamos”.

Yoan se puso de pie.

Muchos de los mayores de la Academia Welkin ya habían partido con sus discípulos.

Sin embargo, el dúo llegó tarde porque Yoan estaba esperando a James.

“De acuerdo”, James pronunció en voz baja.

Yoan convocó herramientas mágicas voladoras y saltó sobre una de