El monstruo tenía la apariencia de un buey. Tenía un solo cuerno en la cabeza y alas en la espalda, y todo su cuerpo estaba cubierto de escamas negras. Tal como estaba, exudaba un aura aterradora.

“¡Mueran, humanos!”,

rugió.

Sorprendido, Henry dijo: “Este monstruo está en el Octavo Escalón de la Ascensión Inmortal. James, déjame esta criatura a mí. No he podido usar mi fuerza después de tantos años de cultivo. Solo siéntate y mira el espectáculo”.

Justo cuando Henry estaba a punto de atacar al monstruo, James hizo su movimiento.

Una tabla de piedra negra se materializó en el aire y comenzó a crecer en tamaño. En el siguiente instante, ya tenía cientos de metros de largo. Misteriosos símbolos estaban tallados en la tablilla. Poseía un poder aterrador y voló hacia el monstruo.

Era la Estela del Infinito.

Aunque James la había tenido en su poder durante bastante tiempo, nunca la había usado ya que su rango actual no era suficiente para obtener información sobre la inscripció