Los oponentes de James fueron organizados especialmente por Yoan, quien tenía curiosidad por ver si podía salir victorioso con alguien que lo hundiera. Estaba intrigado por la verdadera fuerza de James. Eso era porque podía ver fácilmente a través de cualquier otro cultivador. Sin embargo, lo contrario ocurría con James.

En ese momento, los examinados se dispersaron a toda prisa.

Mientras tanto, James permaneció en el centro.

Examinó su entorno, miró a Melany y le ordenó: “Quédate cerca y no te muevas sola. Si te caes de la arena, perderás el derecho a entrar en la academia”.

“Lo haré”. Melany asintió en respuesta.

James era su última esperanza. Sin su protección, ella no podría entrar en la Academia Welkin.

En la arena, todos estaban en alerta máxima, buscando frenéticamente a los más débiles para sacarlos de la batalla.

A James, por otro lado, no podía importarle menos, ya que poseía una fuerza extraordinaria. Lo único que necesitaba era noquear a los demás y terminar l