James presionó la punta del alambre de acero, y al instante se desintegró en agujas.

Inmediatamente después, recogió las agujas y les transfirió su Energía Verdadera. Las agujas se volvieron más brillantes y emanaron una luz dorada.

James comenzó a insertar las agujas.

Pronto, se completó el tratamiento con el Crucificador.

Por otro lado, Langston tenía una expresión relajada en su rostro.

Él sentía una energía mágica reparando rápidamente su cuerpo gravemente herido y que su cuerpo se estaba recuperando rápidamente.

En menos de diez minutos, Langston estaba curado.

James retiró las agujas.

Langston se levantó y estiró los músculos y los huesos con incredulidad. Él dijo: “Esto es milagroso. ¡Es asombroso! Me estaba muriendo hace un momento, pero ahora estoy completamente recuperado. Tu tratamiento es mucho más efectivo que cualquier elixir o tónico”.

James miró el Crucificador en su mano.

Lo había adquirido hace mucho tiempo y sabía que era un artículo extraordinario.

Despué