Sin embargo, él comprendió que Sol se encontraría en una situación desesperada si este asunto no se trataba como era debido.

“Hay muchos asuntos de los que ocuparme que requieren que cuente con la autoridad del Rey. Si de repente actúo ahora, sé que me convertiré en un traidor al pueblo de Sol, y tendré que asumir las consecuencias de mis actos... Pero dentro de diez años, los soleanos apreciarán lo que he hecho por ellos”.

“Creo todo lo que dices, pero…”.

Había duda en el rostro del Rey Blithe.

El Rey Blithe no sospechaba de James por su falta de interés en la posición del Rey.

Si realmente tuviera intención de usurparlo todo, James habría asegurado su posición como Rey de Sol hace cuatro años y no habría esperado hasta este día.

James se levantó y dijo: “Te daré tiempo para que lo pienses. Por ahora, tendré que dirigirme a la Capital. Independientemente de lo que ocurra después, primero discutiré este asunto con el viejo y el nuevo Rey”.

James se puso de pie y se fue.

Al irse