James ya tenía algunas personas en mente.

Se abstuvo de decir algo más.

El avión voló a través del cielo azul y las nubes blancas, volando rápidamente hacia su destino. No tardaron mucho en aterrizar en Cansington.

Después de llegar a Cansington, James acompañó a Thea a la residencia de los Callahan.

“Thea, voy a ver al Rey Blithe. Llámame si necesitas algo”.

James se marchó después de decirle a Thea adónde iba.

Llamó a un taxi y se dirigió a la región militar para reunirse con el Rey Blithe.

Durante los últimos tres años, Sol había estado relativamente en paz. Así que, como comandante del ejército, el Rey Blithe no tenía mucho que hacer. Cuando James apareció, el Rey Blithe lo recibió personalmente.

El Rey Blithe le dio una bienvenida entusiasmada mientras lo llevaba a su oficina, sirviéndole té y aperitivos.

“James, ¿qué te trae por aquí hoy?”.

“Vine a discutir algunos asuntos importantes con usted”, respondió James en tono serio.

“¿Ah, sí?”.

El Rey Blithe estaba intrig