Cielo llegó a la entrada del mausoleo.

Sin embargo, su camino estaba bloqueado por un muro de piedra.

“Maldita sea”, siseó.

Él concentró su Energía Verdadera y golpeó con la palma de la mano la pared de piedra que tenía delante.

El Rey Quavon había dado instrucciones a sus sirvientes para que construyeran especialmente este muro de piedra. Les llevó incontables años de arduo esfuerzo construirlo con materiales únicos. Aunque Cielo había subido a la cima del Sexto Escalón, no pudo romper la pared.

“Debe haber algún tipo de mecanismo”.

Después de dejar salir sus frustraciones en la pared, se calmó y comenzó a buscar el mecanismo.

Buscó durante mucho tiempo, pero fue en vano.

Antes de que pudiera encontrar el mecanismo para abrir el muro de piedra, se le acercó una figura.

Era Thomas quien también había venido a toda prisa a la escena.

Thomas se dio cuenta enseguida que Cielo estaba buscando algo. Se acercó, lo miró y preguntó: “¿Qué está pasando?”.

Cielo respondió: “Llegué un