James salió del juzgado y regresó a casa.

Ya eran las ocho de la mañana cuando llegó a casa.

Thea no pudo conciliar el sueño en toda la noche, ya que estaba atenta a las últimas noticias.

Afortunadamente, no hubo accidentes anoche.

Al ver a James regresar a casa, suspiró aliviada y se apresuró a preguntar: “Cariño, ¿tuviste algún problema anoche?”.

“No”.

James se sentó y dijo: “Todo salió bien. Fue tan exitoso que se sintió un poco anormal”.

Thea miró a James con desconcierto.

James explicó: “Anoche, arresté a Graydon, pero ni Comercio Oriente ni la Secta Gu aparecieron para detenerme. Maté a Graydon y detuve al presidente del Tribunal Supremo y a los agentes de la ley del juzgado. Sin embargo, Tobias apareció con miembros del Ejército Fantasma por la madrugada. Dijo que no estaba allí para detenerme, sino para ayudarme…”.

James narró brevemente los hechos.

Thea respondió con una sonrisa: “¿No es eso algo bueno? Puedes unir fuerzas con Comercio Oriente y deshacerte primero de