Levitando mientras giraba constantemente en el aire, exudaba un aura aterradora.

Mientras tanto, también había una mujer de aspecto glamuroso en el sótano subterráneo. Ella era Yasmine Lee, la actual cabeza de familia de los Lee.

Llevaba tiempo esperándolo. Sin embargo, Xavi siguió ocupándose de sus propios asuntos y no mostró signos de fijarse en ella. Por lo tanto, ella solo podía quedarse allí y esperar en silencio.

Después de aproximadamente media hora, la energía que envolvía a Xavi se disipó y descendió lentamente al suelo. En ese momento, se veía mucho más joven de lo que era durante la Conferencia del Monte Trueno.

Al abrir los ojos, se puso de pie, fijó su mirada en Yasmine frente a él y dijo: “Te dije que no me interrumpieras a menos que la situación sea grave mientras estoy en meditación a puerta cerrada”.

“Gran Patriarca…”.

Yasmine agachó la cabeza.

“En efecto, la situación es realmente grave. Como actualmente no sé que hacer, vine aquí para buscar su consejo”.

“