Entonces, no le quedó de otra que pedir prestada también la fuerza de los antiguos artistas marciales.

Entre los antiguos artistas marciales que conocía, los únicos con los que tenía una buena relación eran los de la Secta del Monte Trueno.

Inmediatamente sacó su teléfono y llamó a Delainey, de la Secta del Monte Trueno.

Delainey había dejado su número de contacto antes de volver a casa.

En ese momento, Delainey caminaba junto con Jackson a la orilla de la montaña de la Secta del Monte Trueno.

Delainey recitó los sucesos ocurridos en la Secta del Monte Trueno en las Llanuras del Sur y el encuentro con su hermano, Tapio.

Al escuchar su narración de los hechos, la expresión de Jackson se volvió seria.

“¿Tapio ya es tan fuerte?”.

Con expresión solemne, dijo pausadamente: “Parece que se ha enfrentado a muchas cosas en los últimos diez años. Aunque es un genio de las artes marciales, todavía tiene que trabajar duro para mejorar su fuerza. No podría haber alcanzado el octavo grado e