Tapio miró su estoque con incredulidad.

Sabía que James ya era un gran maestro de octavo grado que dominaba las Trece Espadas Celestiales y que también poseía una extraña técnica de arte marcial.

Levantó la mirada y la fijó en James.

Notó la luz dorada que brillaba en la superficie del cuerpo de James.

La luz era algo que no había existido antes.

En el pasado, James solo se había convertido en un hombre de bronce.

Ahora, parecía como si hubiera una especie de red hecha de luz dorada que envolvía su cuerpo.

Respiró hondo e intentó mantener la calma. Entonces, preguntó: “¿Qué tipo de técnica de arte marcial estás usando?”.

“Eso no es asunto tuyo”.

James le dirigió una mirada fría.

Tenía que derrotar a su enemigo desconocido.

Levantando la Espada de la Justicia, gritó: “Continuemos”.

“¿Crees que te tengo miedo?”.

Aunque a Tapio le había sorprendido la técnica marcial de James, no se sentía intimidado por él.

Era alguien que había dominado las mejores artes marciales del mund