Ahora, todo lo que James deseaba era poner todo en paz y darle a Sol una Capital pacífica.

El éxito o el fracaso dependerá de cómo se desarrolle la segunda mitad del año.

Si él no era capaz de resolver todo esto antes de las elecciones, sería por su falta de capacidad. Entonces dejaría de preocuparse por eso.

La promesa de James tranquilizó a Thea.

“Te ayudaré, cariño. Conseguiré que te retires conmigo, sintiéndote aliviado, y te vayas de la Capital sin remordimientos. Cuando llegue ese momento, estarás libre de preocupaciones y estarás completamente comprometido a estar a mi lado”.

James desconocía el significado subyacente de sus palabras. No tenía idea de lo que Thea quiso decir cuando dijo que lo ayudaría.

Desde su punto de vista, Thea simplemente no quería llevar una vida así y deseaba días menos complicados y más simples.

Después de la breve comida, James se marchó rápidamente y se dirigió a la Mansión de la Paz para ver al Rey.

Thea, por otro lado, se quedó en casa para