La fuerza de James ya no era un secreto. Sin embargo, alguien aún así le envió una carta de desafío.

Sólo había dos posibles explicaciones para esto.

Una era que su oponente era extremadamente poderoso y tenía la confianza para derrotarlo.

La segunda posibilidad era que todo esto fuera parte de una artimaña.

Según la suposición de James, era la segunda.

Él tenía un presentimiento muy fuerte de que algo malo iba a pasar en la Capital.

La otra persona estaba tratando de llevarlo al Paso del Monte Trueno en las Llanuras del Sur, a una gran distancia.

A pesar de saber esto, no tenía más remedio que ir ya que no se atrevía a arriesgarse.

“Thea, voy a hablar con Maxine al respecto”.

James estaba un poco perdido. Como estaba en medio de todo, no podía evaluar la situación con claridad. Necesitaba hablarlo con alguien más que no estuviera involucrado.

“Está bien”.

Thea tampoco se puso celosa.

James se puso de pie y se fue rápidamente sin perder más el tiempo.

Tras irse, la sonrisa