Poco sabía Antígono que se había engañado a sí mismo con sus pensamientos. Estaba seguro de que Darryl había establecido una formación, pero los discípulos de la secta del Monte Hua eran demasiado débiles para exhibir el poder potencial de la formación.

Darryl se mofó de la arrogancia de Antígono y no se molestó en tomar nota de ello. Su corazón, sin embargo, se aceleró rápidamente. ‘Es el líder supremo de la raza demoníaca. Es rápido para detectar los defectos. Asombroso’.

Su cerebro se apresuró a buscar una solución mientras decía a los discípulos que le rodeaban: "Todos, hoy es el día en que determinamos la supervivencia de la Secta del Monte Hua y tener miedo es inútil. ¡Solo el trabajo en equipo puede prometer nuestra supervivencia!".

A continuación, Darryl miró al cielo a sus espaldas y, con expresión resuelta, añadió: "Solo tenemos que mantener la formación durante el tiempo necesario para terminar una barrita de incienso. Mientras podamos adherirnos a ella, ¡la victoria será