Después de media hora, Darryl llegó por fin a la entrada del Reino Secreto Divino.

Fuu...

Darryl no pudo evitar tomar un profundo respiro ante la escena frente a él.

Todo lo que se veía junto a la entrada del reino era un gran número de personas de la Secta Llama Verdadera.

Adán realmente estaba loco, apoderándose definitivamente del Reino Secreto Divino.

Ante ese pensamiento, Darryl echó un vistazo a su alrededor y se dio cuenta de que había sangre por todo el suelo, insinuando que se había producido una feroz pelea no hace mucho.

Al mismo tiempo, en el aire resonaban las voces de los discípulos de la Secta Llama Verdadera.

“Qué pelea tan satisfactoria fue esa”.

“Sí. Esa Maestra de Palacio de la División del Yang Puro sí que es una belleza. Gracias a Dios que nuestro Maestro de Secta no la mató o habría sido un desperdicio”.

“Ja, solo podrás mirar desde lejos incluso si esa Maestra de Palacio no muere”.

¿Qué?

¿Se llevaron a la Maestra de Palacio?

No es de extrañar que él