Ante ese pensamiento, Darryl esbozó una sonrisa mientras le decía a Tony: “Eh, eres de la Alianza de los Cuatro Mares. Con razón tienes tanto entusiasmo”.

Mientras hablaba, su voz se hizo más grave. “Solo me gustaría saber, ¿acaso esto es lo que tu líder la Dama Tigas les enseñó a ser? ¿Sembrar el mal y el caos por todas partes?”.

A pesar de no haber visto mucho a la Dama Tigas, Darryl sabía lo suficiente de ella como para saber que vivía según unos principios firmes y que nunca intimidaría a los débiles ni permitiría que sus subordinados lo hicieran.

¿Eh?

Las palabras tomaron desprevenido a Tony. Jamás habría imaginado que Darryl diría algo así. Siguiendo su lógica, supuso que Darryl acudiría al rescate al instante.

Tony nunca habría imaginado que él mencionaría a la Dama Tigas.

Al mismo tiempo, Raquel levantó un poco las cejas y se puso a reflexionar.

‘El tono de Darryl y el hecho de que mencionara a la Dama Tigas... ¿Acaso podrían conocerse?’.

Imposible.

Darryl era el jefe