“¡Atrápenla!”.

Docenas de miembros del Palacio del Dragón Marino invocaron su fuerza interior y cargaron hacia Heather.

Su anterior ataque a la Puerta del Elíseo había fracasado y todo el Palacio del Dragón Marino estaba furioso. Esta era su oportunidad de redimirse.

“¡Fuera de mi camino!”.

Heather frunció el ceño mientras su temperamento estallaba. “Ambrose y yo ya no estamos juntos. ¡Dejen de molestarme!”.

Sus sentimientos habían sido heridos y ya no quería que la relacionaran con Ambrose.

Sin embargo, los miembros del Palacio del Dragón Marino se abalanzaron sobre ella con sables largos en sus manos.

Heather ya estaba harta.

Dejó de hablar y cargó hacia ellos, desenvainando su espada y lanzándose a la batalla.

Heather era una princesa, y aunque no era tan fuerte y poderosa como Ambrose, seguía siendo capaz de pelear. Con la agilidad de un ciervo, corría de un lado a otro entre los miembros del Palacio del Dragón Marino.

Sus enemigos fueron derribados con su espada como mar