Ambrose casi ejerció toda su fuerza en ese ataque de palma. De repente, el aire circundante pareció congelarse.

No tenía nada preparado de antemano para mantener el elemento sorpresa.

“Tú-”.

La cara de Zack cambió al ver la furia de Ambrose y preguntó con horror: “¿Acaso no la estabas curando todavía? ¡Es imposible!”. Había hecho un movimiento audaz porque pensaba que Ambrose estaba curando las heridas de Quincy. No había previsto equivocarse de escenario.

Ambrose dijo: “¿Crees que he estado sentado ahí para curar sus heridas? Ya habíamos terminado cuando irrumpiste en la habitación hace un momento. He estado sentado aquí para ver cómo actuaría un hombre despreciable como tú”.

Ambrose aumentó repentinamente su velocidad.

Cuando Zack percibió la fuerza mortal de Ambrose, no pudo evitar tomar un profundo respiro. Activó toda su energía interna y golpeó a Ambrose con su palma sin pensarlo.

Se oyó un ruido sordo al chocar las dos palmas. Entonces, Zack salió despedido de la cabaña c