Quincy se sintió enfurecida y arrepentida.

La gente del mundo era impredecible y peligrosa. ¿Cómo pudo bajar la guardia y confiar tan fácilmente en un extraño?

Diego se acercó gentilmente a Quincy y sonrió mientras decía: "Su Majestad, la gente dice que nunca has experimentado a ningún hombre antes. ¿Por qué no te hago sentir bien hoy y te doy una probada de lo que es ser una mujer?".

Entonces, extendió la mano para agarrar la muñeca de Quincy con una sonrisa malvada mientras hablaba.

"¡M*ldito b*stardo, apártate de mi camino!".

Sin embargo, ella estaba demasiado débil. Aunque Diego la había curado, ella había sido envenenada por la Píldora de la Lujuria Gozosa. Aunque evitó los movimientos de Diego, seguía estando débil e impotente.

"Guau".

La resistencia de Quincy no hizo que se contuviera, sino que despertó más su interés. Diego se rio y dijo: "No esperaba que la arrogante Emperatriz fuera tan atractiva y encantadora cuando se enfada. Hoy te haré mía".

Volvió a agarrar a Qui