Al ver la situación, Morticia dejó de dudar. Se elevó en el aire y cargó hacia Quincy.

"¡Quincy Long!". Rápidamente, Morticia se paró frente a ella y le dijo fríamente: "Deberíamos saldar nuestras deudas".

‘Si no fuera por Quincy Long, no me habrían exiliado a ultramar y casi me habrían enterrado en el mar’.

Morticia levantó la mano y golpeó la espalda de Quincy.

Quincy, quien estaba luchando contra Forsythe y los demás, no esperaba que Morticia la atacara. Estaba sorprendida y enojada. Quiso evitarlo, pero era demasiado tarde.

El golpe fue directo en la espalda de Quincy. Ella soltó un gemido y salió despedida hacia atrás. Su delicado rostro palideció y escupió sangre. Finalmente, se hundió en el mar.

Mientras Quincy se sumergía en el océano, podía sentir que el aura de su cuerpo se distorsionaba. Su visión también se volvió negra. Antes de que pudiera flotar hacia la superficie, cayó inconsciente y se hundió más profundamente en el mar.

"¡Su Majestad!".

"¡Oh, no, Su Majestad!