Darryl tomó una profunda respiración y pensó un rato antes de decir: "La raza demoníaca me ve como una espina clavada. Si saben que no estoy muerto, encontrarán la forma de atraparme. Necesito una forma de ocultar mi identidad".

"Por cierto, eres enorme. Nos descubrirán fácilmente. ¿Por qué no te metes en mi bolsa de bestia encantada más tarde?".

Darryl sonaba un poco deprimido cuando dijo eso. La raza demoníaca quería su vida y el Emperador de los Nueve Cielos del Palacio Imperial del Cielo también estaba en su contra.

Sin embargo, Darryl no podía dejar que Furia Salvaje lo supiera. Después de todo, utilizó el nombre y la autoridad de la Emperatriz Nuwa para obligarlo a someterse.

Al escuchar lo que dijo Darryl, Furia Salvaje ladeó la cabeza y reflexionó un rato. Luego sonrió. "Y yo que pensaba que era un problema difícil. Eso podría resolverse fácilmente".

Furia Salvaje sacudió su figura colosal.

¡Bam!

Al siguiente segundo, algo cayó de su cuello. Era una compleja caja del tes