¡Diablos! ¡El Sacrificio de Sangre Demoníaca!

Ya fuera el Emperador de los Nueve Cielos o el Maestro Magaera, sus expresiones cambiaron al ver aquella escena; especialmente el Maestro Magaera.

Cuando Antígono lanzó esa formación e invocó a la raza demoníaca, el Maestro Magaera había intentado detenerla, pero fracasó. Por lo tanto, sabía lo poderosa que era esa formación.

Justo cuando el Emperador de los Nueve Cielos y el Maestro Magaera estaban aturdidos, la Formación Sacrificio de Sangre Demoníaca se completó. Todo el cielo y la tierra se tiñeron de rojo sangre. Una fuerza aterradora los abrumó, envolviendo al Emperador de los Nueve Cielos y a los demás.

"¡Protejan a Su Majestad!".

En ese momento, el Maestro Magaera apenas pensó en ello. Hizo estallar su poder de alma de hada y lanzó un escudo protector frente a él para resistir los ataques de aquella formación. Los pocos miles de soldados que tenía por detrás también descargaron sus poderes del alma de hada y unieron sus fuerzas