‘Ese idiota de Oliver. No puedo creer que necesite una silla de ruedas ahora’.

El rostro de Darryl lucía tranquilo y tan quieto como el agua.

Oliver se sorprendió cuando sus ojos se encontraron con los de Darryl.

‘¿Darryl? ¿No debería estar muerto? Grunt ya debería haberlo matado. ¿Por qué sigue vivo? ¿Y por qué está con la raza demoníaca?’. La mente de Oliver se quedó completamente en blanco.

A pesar de que Oliver estuvo previamente confinado en una habitación al lado de la celda de Darryl cuando Morticia lo trajo de regreso por primera vez, no tenía idea de que Darryl estaba allí ya que su puerta estuvo cerrada todo el tiempo.

“¿Sigues vivo? ¡No puede ser!”.

Oliver finalmente recuperó el sentido mientras miraba directamente a los ojos de Darryl. Todavía estaba sorprendido y pensó que estaba delirando por haber perdido tanta sangre luego de la amputación.

Darryl lo miró con desdén. “Así es. Todavía estoy vivo. ¿Te sorprende?”, respondió con calma.

Darryl solía ser intolerante