Sintiendo la hostilidad proveniente del General Grunt, Oliver mantuvo la calma y sonrió. “Comandante, no se preocupe. Soy Oliver, el hijo del Rey Tortuga Negra. No tengo malas intenciones. De hecho, ¡me gustaría establecer una alianza con usted!”.

Luego, hizo un gesto con la mano e, instantáneamente, los miles de Guerreros Tortuga Negra que lo rodeaban retrocedieron unos pasos.

‘¿Una alianza?’. El General Grunt se quedó atónito y luego sonrió. “Así que eres el hijo del Rey Tortuga Negra. Lamento haber sido irrespetuoso”.

Entonces, le dijo a las Grandes Armas en espera: “Pueden retirarse”.

El General Grunt estaba emocionado. Pensó que Oliver había sido enviado por el Rey Tigre Blanco. Después de todo, él era el hijo del Rey Tortuga Negra y tenía un estatus extraordinario. Aparte del Rey Tigre Blanco y la Tortuga Negra, ¿quién más entre los demonios le daría órdenes?

Por orden del General Grunt, las Grandes Armas y los generales, que estaban listos para la pelea, se sintieron alivia