Cuando Darryl cambió de opinión, el estado de ánimo de Lía mejoró. Ella agarró la mano de Darryl y sonrió mientras decía: “Sabía que no me dejarías ir. Vamos. Escuché que la cueva es muy espaciosa y adecuada para la recuperación”.

Darryl se rio entre dientes y Lía lo llevó hacia la cueva.

…

Mientras tanto, no muy lejos del territorio de los demonios, el General Grunt estaba con unos cuantos miles de Grandes Armas y generales para instalar tiendas de campaña y descansar.

En la tienda militar del campamento, el General Grunt estaba sentado allí con una cara sombría. Ya había planeado lanzar el Amuleto de Búsqueda y Ayuda para atraer a los guerreros de la raza demoníaca cerca, dejando a los demonios sin otra opción que unirse a la guerra.

Sin embargo, las Grandes Armas que patrullaban le informaron que el Rey Tigre Blanco había planeado migrar. La noticia lo enfureció tanto que casi escupió sangre.

Lleno de ira, el General Grunt tuvo la intención de interrogar al Rey Tigre Blanco, p