Bajo la influencia del gusano de sangre, Dax perdió el control y gritó: “¡Vete al infierno! ¡Vete al infierno!”.

Mientras gruñía, su energía interna se agitó dentro de él y estiró su brazo.

“Dax, ¿qué estás haciendo?”, gritó Darryl mientras fruncía el ceño.

Rogart ostentaba varios títulos importantes. Era un enviado de la Región Divina y también el Maestro de la Alianza Celestial. Es por eso que la Región Divina no se quedaría sentada mientras Dax lastimaba a Rogart.

Cuando Darryl se dio cuenta de eso, pensó que debía detener a Dax, pero ya era demasiado tarde.

¡Pum!

Rogart no pudo evitar a Dax, quien se movía tan rápido como un rayo. Recibió un golpe en la espalda y gruñó mientras era lanzado cien metros de distancia hacia atrás por el impacto. Rogart escupió sangre mientras yacía en el suelo, su rostro estaba pálido y estaba a punto de quedarse inconsciente.

Dax no era tan poderoso como Rogart. En circunstancias normales, nunca habría podido lastimar a Rogart. Pero Rogart acab