“La Secta del Héroe Oculto ha tomado la iniciativa de causar problemas en nombre de Xuan Yuan, el Emperador que ha cometido crímenes tan grandes que el castigo de la muerte no fue suficiente”, dijo Rogart.

Agatha se rio y respondió: “Sabes muy bien qué es verdad y qué no. No tengo que explicar mis acciones, pero hoy marca el final de tu vida”.

“¡Muy bien entonces!”, dijo Rogart y su rostro se tornó serio.

Rogart miró a Agatha con una mirada asesina y se rio. “¡Pongamos a prueba tus acusaciones!”.

Cuando Rogart pronunció sus últimas palabras, una enorme oleada de energía interna comenzó a canalizarse a través de su cuerpo. Rápidamente, levantó la palma de su mano y se lanzó en dirección a Agatha.

Al mismo tiempo, Cayden, quien yacía en el suelo cerca de Rogart, dijo con total emoción: “Has traído a un grupo de vagabundos para causar un alboroto en la Región Divina. ¡Ni siquiera pienses en salir de este lugar viva!”.

La actitud cobarde de Cayden después de que lo golpearon se había