Inmediatamente, unos diez guardias entraron al salón y rodearon a Darryl. Todos los invitados comenzaron a retroceder y, a juzgar por sus expresiones, no pudieron evitar sentirse satisfechos de que Darryl finalmente encontrará su merecido fin.

Sin embargo, Darryl no parecía entrar en pánico. Se rio entre dientes suavemente y su energía interna estalló de su cuerpo. Los guardias ni siquiera tuvieron tiempo de reaccionar antes de que fueran enviados volando contra las paredes.

Eso hizo que Grady, Donnie y el resto de los invitados se quedaran horrorizados y sin aliento. ¿Hacía un mes que no lo veían y había regresado aún más fuerte? Había tanto silencio en el salón que se podía oír caer un alfiler.

“¿Eh? ¡La Señorita Lolita está aquí!”, dijo alguien, creando otra ola de conmoción. Pronto, vieron una figura elegante entrando al salón. Se veía increíblemente hermosa, aunque un poco pálida en la cara.

Ciertamente, era Lolita, quien había estado encerrada en su habitación por culpa de Do