Lolita se sentía miserable. Había perdido el control sobre la familia Damián y perdido su libertad. Lo que la decepcionó aún más fue que se vería obligada a casarse con el b*stardo Grady en unos días.

‘¿Cómo me pudo pasar esto a mí? ¿Qué hice mal? ¿Por qué me está castigando Dios?’.

Cuanto más lo pensaba Lolita, más se deprimía. Al mismo tiempo, Darryl apareció en su mente. ‘Si Darryl estuviera aquí, ¿me ayudaría?’.

Lolita sacudió la cabeza y descartó la idea. ‘Él mató a mi abuelo. ¿Por qué estoy pensando en él?’.

De repente, una risa malvada vino desde afuera de la puerta. Luego, Grady apareció en el alféizar de la ventana con una mirada triunfante en su rostro.

“¿Qué estás haciendo aquí? ¡Vete!”, gritó Lolita con disgusto mientras temblaba de rabia. ‘¡Este mald*to! Él es la razón por la que me siento tan miserable’.

Grady no entró en pánico cuando notó lo enojada que estaba Lolita.

“¡Tch, tch! Lolita, eres tan feroz incluso en tales circunstancias. Simplemente acepta que, desp