Darryl parecía relajado y no estaba asustado en lo absoluto.

Aunque los hombres de Vernon no eran débiles, Darryl para nada los veía como una amenaza.

Sin embargo, él no había mostrado su nivel real de fuerza. En cambio, fingió estar muy asustado, siguió gritando y esquivando.

“¡Argh! Todos ustedes están en mi contra. ¡Qué grandes matones!”.

Mientras esquivaba, Darryl siguió moviendo todo lo que tenía delante para bloquear a quienes estaban detrás de él. Estaba moviendo la mesa, el panel de vestir, las sillas y hasta la cama de marfil.

“¡Ay!”.

Parecía que uno de los hombres estaba a punto de agarrar a Darryl, pero sin previo aviso, se golpeó la cabeza contra la mesa y dejó escapar un aullido. Luego, se agachó y se inclinó, agarrándose la cabeza.

“¡Ay!”.

“¡Ay... mis ojos!”.

El resto de las personas fueron golpeadas en la cara por las sillas y empujadas violentamente contra la cama de marfil en cuestión de minutos. Al final, todos cayeron al suelo con expresiones de dolor y ya n