“¡Reese! Todavía lo estás escuchando. Me preocupa que quedemos atrapados en esta colina antes de mañana por la mañana. Necesitamos encontrar una manera de salir de aquí y dejar de escuchar sus tonterías”. Jameson estaba preocupado y furioso.

‘¡Mald*ta sea, algo anda mal con Jameson!’. Darryl frunció el ceño mientras que apenas era capaz de controlarse.

Sin embargo, él no quiso dar más explicaciones.

“He explicado todo lo que pude, depende de ti si creerme o no. Si realmente quieres abrirte paso desde aquí, puedes seguir adelante. Sin embargo, no me culpes cuando sufras pérdidas”, le dijo Darryl a Jameson.

‘¿Todavía está tratando de actuar frente a mí?’. Jameson dejó de reír y se enfureció. “Muchacho, ¿sabes con quién estás hablando? Tengo experiencia en batalla, ¿cómo te atreves a hablarme de esa manera?”.

Una sonrisa apareció en el rostro de Darryl. “Eres el Alcalde, pero eres tan impaciente. Por lo que puedo ver, tus habilidades de batalla no son nada especial”.

“¡¿De qué estás