“¡Me halaga, Señor Darren!”.

Rita sonrió levemente ante el cumplido de Darryl. Luego, preguntó con curiosidad: “Señor Darren, hay una cultivadora muy hermosa fuera del spa. ¿Tiene algo que ver con usted?”.

Rita estaba descansando en la oficina, y salió a echar un vistazo cuando de repente la alertó el ruido. Envió a alguien a preguntarle a Xenia, pero la mujer se negó a hablar con el personal.

¡Rita no tuvo más remedio que preguntarle a Darryl!

Eh…

Darryl se rascó la cabeza, sintiéndose avergonzado. “Esa mujer está aquí por mí. Lamento haber causado tantos problemas en tu spa”.

“¿Está huyendo de un amante?”. Rita pensó en algo y bromeó: “No sabía que usted era todo un mujeriego...”.

Rita pensó que un hombre con una mujer esperándolo en la entrada del spa debía tratarse de un problema entre parejas.

“¡No!”. El rostro de Darryl se puso rojo y rápidamente explicó: “Hay algo más relacionado con eso, y es difícil para mí explicarlo ahora. Por cierto, ¿puedes ayudarme a salir