Aunque Zoran era el jefe de la familia Carter, ¡Raymond no le tenía miedo! Después de todo, ¡ellos estaban en la Prisión de la Ciudad Real!

“Tu… ¡perro asqueroso!”. Zoran miró ferozmente a Raymond sin ningún temor en su rostro. “Si te atreves a tocarla, ¡te haré pedazos!”.

Cuando él dijo eso, Zoran agitó sus manos que estaban esposadas con cadenas. ¡Era bastante intimidante!

Debra era su nuera; ¡él no dejaría que la intimidaran!

El rostro de Raymond se volvió malicioso. Él se burló. “Vaya, vaya, vaya. ¿Un prisionero humilde está tratando de ser engreído?”.

Entonces, Raymond abrió las puertas de la prisión y arrastró a Zoran fuera de la celda. Cuando Zoran y los demás habían sido capturados, sus puntos de acupuntura fueron sellados. Así que ellos no eran diferentes de cualquier persona común.

En ese momento, las manos y piernas de Zoran estaban esposadas con cadenas. Él no tenía fuerzas para resistir.

¡Zas!

Al segundo siguiente, ¡Raymond agarró un látigo y lo usó violentamente c