Ellos habían intercambiado condiciones cuando Ambrose aún estaba en manos de Megan. Ambrose le había prometido a Megan tres condiciones a cambio de ayudarlo a obtener el Elixir de los Siete Exquisitos.

¡Megan nunca se olvidó de ello!

“¡Está bien, te ayudaré!”. ¡Ambrose tomó una profunda respiración antes de asentir y estar de acuerdo!

De hecho, Ambrose estaba disgustado por la forma en que Megan lo persuadía mientras le pedía el favor. Él era el actual Príncipe. ¿Quién le hablaría de esa manera?

No obstante, tenía que cumplir con sus promesas ya que ese principio no podía ser desafiado.

Ambrose dijo con seriedad mientras ese pensamiento cruzaba por su mente: “Aún te debo dos favores una vez que esto esté hecho”.

Megan frunció los labios y sonrió. Ella no pudo evitar bromear: “¿Por qué? Este joven tan apuesto ha crecido tanto lentamente, ¿acaso tienes miedo de que venga a molestarte con más frecuencia en un futuro?”.

Ambrose no se molestó en tratar con ella mientras decía rotunda