“¡Sí!”. Elson estaba de acuerdo y asintió. Al mismo tiempo, le lanzaba miradas a Debra. “Escuché que ella es la Maestra de la Secta Artemisa. Ella es un genio con talento del Gran Este”.

Elson no pudo evitar tragar un poco de saliva.

Se podría decir que Debra era una mujer hermosa a la que rara vez se veía. Hasta la ropa suelta de prisión no ocultaba su figura seductora.

Entonces, los ojos de Elson se iluminaron. Él dijo: “Este es un buen momento para beber. Sin embargo, sería mejor si Debra pudiera bailar para nosotros”.

“¡Sí!”. Raymond se rio entre dientes mientras aplaudía en señal de acuerdo. “Hermano, esa es una gran sugerencia. ¡No está mal!”.

Entonces, Raymond se tomó un trago de vino y le sonrió a Debra. “Oye, hermosa Debra, ¿qué te parece? Ambos estamos de buen humor hoy. Si bailas para nosotros, quizás podamos cuidarte bien mientras estás en prisión”.

“Pfft”. Debra se mordió los labios. Su exquisito rostro estaba helado. Luego ella dijo: “Ambos son unas porquerías. Si t