El capitán de la guardia suspiró antes de mirar con simpatía a Ambrose.

En ese momento, Ambrose se había desmayado y ya estaba gravemente herido por ser arrastrado por el carruaje de la prisión con su cuerpo en el suelo. Sin embargo, la Señorita Denise no planeaba dejarlo ir. El capitán de la guardia solo podía agitar su cabeza y evitar mirar a Ambrose.

¡Monica estaba completamente desconsolada en el carruaje de la prisión! ¡Ninguna madre puede soportar ver a su hijo ser arrastrado por el suelo!

Sin embargo, la multitud todavía arrojaba repollos y piedras sin parar a Monica.

“¡Esta p*rra! ¡Dejen el desfile y solo cuélguenla ya!”.

“¡Sí, cuélguenla hasta la muerte!”.

“¡Cuélguenla!”.

Alguien comenzó y pronto todos siguieron su ejemplo en un abrir y cerrar de ojos. Ellos gritaron en voz alta mientras miraban a Monica con profundo odio en sus ojos.

Monica no se molestó con los gritos de los alrededores. Ella trató de girar su cabeza todo lo posible para mirar a su hijo detrás del ca