Alexander
El camino en el coche fue el peor que he tenido en toda mi jodida vida y me arrepiento en haber cedido ante los deseos de nuestros amigos, porque ahora mismo, estamos con Alessia atrapados en su coche por varios y eternos minutos.
No me malinterpreten, me encanta estar con ella y aunque sea de esta manera, porque dudo que en algún momento me deje acercarme mas de lo que ya lo he hecho.
Pero es incomodo y bastante rato estar así con ella.
Un par de veces abrí la boca para decir algo, pero de mis labios no salió absolutamente nada, no sé si porque no hay tema de conversación o por temor a lo que ella me pudiera decir.
Por eso, cuando llegamos al lugar y verla bajar tan deprisa me preocupe porque pensé que algo le podría haber sucedido pero no, simplemente deseaba respirar aire puro y alejarse de mí.
Intente acercarme a ella, tocar su mano pero su rechazo
- Creo que en este sector se verían muy bonitos algunos arreglos florales blancos, podrían ir colgando del techo – dice Paulina y aquella idea me parece muy bonita.- A mi me gusta esa idea – digo imaginando como se vería, hasta que Alessia abre la boca y echa abajo todo.- No, no me gusta – dice con cero tacto y con eso se gira hacia otro lugar del salón dándonos la espalda.- Lo siento, no esta teniendo el mejor de sus días – le digo defendiéndola, aunque no debería pero lo hago.- Si, no se preocupe, todas las mujeres pasamos por momentos sensibles y hormonales una vez al mes – suelta Paulina con comprensión y quisiera decirle que es eso y no porque mi presencia es odiada por mi ex esposa.- No estoy hormonal, simplemente no me gusta la idea – dice Alessia saliendo de la nada haciendo que tanto Paulina como yo demos un pequeño salto por la s
- Mas que tú, eso es más que claro – me dice como si hubiese ganado y puede ser, ya que es verdad que ella ha tenido mas contactos con niños que yo.- Tu tampoco estas muy capacitada que digamos – le digo entre dientes.- No por que quiera – me reclama.- Señor Alexander, señorita Alessia yo…- dice Paulina pero ninguno le presta atención.- Ni siquiera tienes hijos – me dice y a mí se me retuerce algo en el interior ante aquello, porque remueve un recuerdo que prefiero olvidar.- ¿Y tú? ¿Ah? Que yo sepa tampoco tienes hijos y ve a saber porque después de tantos años – suelto esas palabras y me arrepiento de inmediato de lo que acabo de decir.¡Mierda!Alessia me ve sin poder creer lo que acabo de decir, sus ojos se cristalizan y la mirada que me da hace que me arrepienta y que me quiera cortar la lengua por lo
AlessiaEl aire me falta, siento como mi garganta se cierra y no me permite tragar y respirar de manera normal.Intento hacerlo sin que nadie se dé cuenta o me detendrán para salir de aquí.Las manos me tiemblan, la vista se me comienza a nublar por un segundo haciendo que mi corazón comience a latir a mil por horas.Y si, esto es el principio de un ataque de pánico que no deseo sufrir ahora mismo y menos delante de quien lo provocó.Por eso no lo pensé y prácticamente salí corriendo del lugar, no podía estar un minuto más en el mismo espacio que mi ex esposo.Así que salgo del centro de eventos y me subo rápidamente a mi coche para salir volando del lugar.No podía estar más ahí, sentía que me asfixiaba un poco más cada segundo que avanzaba en el reloj.El solo imaginar lo sucedido hace
Cada vez que hablaba para ofrecer alguna idea, me temblaba el ojo por lo molesto que estaba.Se que nuestro pasado no debería de intervenir en este asunto, pero como no hacerlo cuando tendré que verle la cara durante días al hombre que me destruyo?Quiero ser fuerte, pasarlo por alto, avanzar y hacer lo que debo sin que se presencia me altere, pero es imposible.Y todo comenzó mal, el verlo en casa de mis amigos, luego ayudarlo en su crisis, chocas con el provocando que algunos sentimientos revivieran sin quererlo ya me daban un indicio de como seria todo.El tener que ir a buscarlo en mi coche, el conducir en ese incómodo silencio por eternos minutos, sentir como dirigía su mirada hacia mi cada tantos segundos provocando que me removiera incómoda en mi puesto, ver como tenía la intención de decir algo pero al final prefería silenciar, es algo a lo que no me consideraba preparada.<
Solo ven que estoy sola, más apagada y quizás más fría, pero es lo que soy y deberían de aceptarlo.No les pido que me comprendan, o que me entiendan, solo pido que me dejen pasar por mis malditos procesos de la manera en que se me dé la puta gana.No todos avanzamos igual.No todos curamos nuestras heridas de la misma manera.No todo el mundo es capaz de dar vuelta la página tan fácil.Y por sobre todo, no todo el mundo es capaz de dar una segunda oportunidad. quien más daño te hizo.Podría entender con el tiempo las razones por las que Alexander me pidió el divorcio, podría aceptarlas incluso, pero eso no significa que olvidé como si no hubiera sucedido todo por lo que me hizo pasar, por todas las lágrimas derramadas en su nombre, por todos los reproches que me hice pensando que yo había sido la culpable.Por todas las noc
AlexanderEn mi vida he cometido demasiados errores, algunos peores que otros y de los que he aprendido con creces y de los qué hay ciertas cosas que no debería de haber hecho o dicho porque me arrepiento como el idiota que soy.Como ahora, que el remordimiento y arrepentimiento no me abandona.Ver a Alessia salir así de este lugar me dejo con un sabor agridulce en la boca, con el corazón llorando por su ausencia y con unas tremendas ganas de llorar por verla tan herida, tan quebrada.Cuando se trata de ella, por más que quiera, cometo un maldito error tras otro.No debería de haber dicho lo que le dije, fui un insensible, un maldito idiota al que la calentura del momento le ganó y la rabia lo cegó.Otra vez, otra vez actuó antes de pensarlo.No sé qué sucede conmigo, definitivamente deberían de cortarme la lengua para no seguir dicien
Me quedo viendo a la nada por varios minutos, hasta que saco mi telefono haciendo que mi pecho arda al ver la imagen que tengo como protector de pantalla y no es otro que el del día de mi matrimonio con Alessia.Una imagen de nosotros dos, después de recién haber dado el “Si, Acepto”Aún recuerdo ese día como si fuera ayer, lo hermosa que se veía con su vestido blanco que si bien, no era el más costos encima de ella se veía como uno de alta costura o como esa hermosa sonrisa en su rostro hacía que todo gritara alegría mientras caminaba hacia mi o como su sola mirada me contagio de una felicidad infinita y yo como idiota, lo destruí y acabé con la felicidad de Alessia y la mía.Éramos tan felices…- ¿Aló? Piensas hablarme o me dejaras como los idiotas esperando por ti – dice la inconfundible voz de Rodri
- ¿Tienes permiso de tu esposa para esta salida? – pregunto y él se endereza y pone cara de seriedad, que solo me causa risa.- No necesito pedirle permiso a nadie…- suelta para luego decir en voz baja escondiendo su rostro -…pero si lo hice – haciendo que lance una carcajada por todo lo alto, para luego terminar ambos sonriendo como no lo hacíamos hace años.En pocos minutos llegar al lugar al que veníamos cuando éramos mucho más jóvenes y sin tantos problemas de adultos que tenemos ahora.Al ingresar vemos que todo sigue exactamente igual, no ha cambiado mucho el lugar y el dueño al vernos, se acerca para saludarnos como viejos amigos.Lo que me hace sentir muy bien, no lo puedo negar y me hace sentir casi como en casa.Nos acompaña a una de las mesas que solíamos utilizar cuando veníamos y pronto, ya cada uno tiene un trago en la mano.