Estaba en casa, acababa de enviarle un mensaje a Carlos, esperaba que me contestaba, me sentía un poco nerviosa si le gustaría o no lo que escribí. Todo iba bien hasta que me dijo que quería ver más de mí.
No había pensado que llegaríamos a esto, creo que realmente jamás había hecho esto. No sabía realmente que hacer. Me sentía muy poco sexy para poder tomar una foto atrevida y todavía enviársela. Decidí buscar un par de ideas para esto, hasta que encontré una que me haría verme bien. Me apresure antes de que Osmar se diera cuenta y me tome la foto, esperaba que le gustara, no sabía por qué, pero necesitaba de su aprobación en lo que le enviaba, me hacía sentir más segura. Transcurría la noche y seguía platicando con Carlos, ya en estos momentos no sabía si le podría seguir el ritmo, me gustaba pl
Durante toda la semana estuve tratando de convencer a mamá de dejarme ir a la casa de Alicia, realmente ella no estaba muy convencida de dejarme ir. Así que tuve que llamarle a Alicia, hablo con mamá y hasta hizo que su madre hablara con la mía. Estábamos muy nerviosas que hasta nos reíamos, esperábamos que de verdad pudiera ir. Mamá no tuvo de otra más que dejarme ir, ya que se dio cuenta de que Alicia era muy insistente.El viernes me quedaría en casa de Alicia para irnos en la mañana del sábado. Pero no solo estuve tratando de convencer a mamá de ir con mi amiga, también seguía chateando con Carlos, aunque, no me sentía tan a gusto. Digamos, que era muy intenso en cuestiones sexuales. No sentía una gran química en esa cuestión y eso me empezaba a incomodar, aunque, no era lo único en realidad. Ya que quería ver una foto at
Estábamos en la sala de la gran hacienda. No dejaba de admirar cada detalle, así como ver algunas fotos de Rogelio y su familia. Me daba ternura verlo de niño, aunque sí que había cambiado de aspecto físico.—Así es, mi hermano estaba llenito de niño—. Confirmaba Alicia.—No lo puedo creer, se ve muy distinto de cómo es ahora.—Pues sí, ese era mi hermano.—Ya estás mostrando a tus hermanos.Llegaba una mujer mayor a la sala, creo que es la mamá de Alicia. Me parecía que era una señora bastante elegante, pero también tierna, ya veo de donde Alicia salió así.—Mamá—. Alicia corrió para abrazarla—. Mira, te quiero presentar a nuestra amiga, se llama Victoria.—Hola —dije con timidez.—Vamos, que no muerdo y más si eres amiga de
—Te pido disculpas, mi hermano es un estúpido en realidad.—Yo tuve la culpa, debí ponerle un alto desde el inicio. Entiendo que tu padre no me quiera, ya que piense que es mi culpa la actitud de Camilo —dije mientras me separaba de él.—sabes que eso no es cierto, Camilo toma sus propias decisiones y realmente no son buenas.—Pero igual tu papá no me quiere.—Mi papá es duro—. Tomo mi mentón—, pero sé que poco a poco te tomará mucho cariño.—Tu mamá es un amor, se ve que nunca se molesta con ustedes.—Solo lo necesario, aunque sí que le falta mano dura con Camilo.Empezamos a caminar por el lugar, estaba encantada con cada detalle de las casas, las calles y hasta los puestos.—Igual me inspira mucha confianza, es muy tierna.—Si, mamá es así. Realmente s&eacut
Eran las cinco de la mañana, no podía dormir. Realmente extrañaba mi cama, si bien había traído mi mantita de Avengers y mi almohada de Star Wars (no era un secreto que sin ellas no podía dormir), me era imposible conciliar el sueño. Tenía el cuarto de visitas, este contaba con baño propio e incluso con televisión, decidí ver si había alguna película, pero para mi desgracia solo había películas para adultos; si bien son las cinco de la mañana, no debería de haber tanto de estas películas. Tome mi celular y vi que no tenía mucha batería, así que lo pondría a cargar para salir a correr más tarde.Afortunadamente, llevaba un libro, así que bajaría para leer en la sala. Antes de eso fui a la cocina y me sorprendió ver a Rogelio con su celular en la isla de mármol que estaba.&mdash
Rogelio era muy rápido, realmente tenía mejor condición física que yo. Pero a pesar de que él podía correr como una garza, en ningún momento me dejo atrás, trato de ir a mi ritmo y darme ánimos para ir más rápido.—Ya no puedo—. Comencé a caminar—. Lo siento, pero no puedo ya.—No te preocupes, así nos pasa a todos.Caminamos por un buen rato hasta que nos tiramos en el pasto. Lo primero que hice fue quitarme los tenías para poder sentir el pasto.—Eso yo lo hacía cuando tenía como diez años.—A mí me encanta hacer esto, me siento más libre.—Vicky, gracias por ser amiga de Alicia —sonrió—, no es muy amistosa mi hermana, eso todos lo sabemos.—Es incomprendida, pero no tienes nada que agradecerme.—La verdad llegaste de la na
—Me siento muy apenada por lo que paso,Le decía a Alicia mientras ella me pintaba las uñas. Creí que me diría algo, pensé que como defendía a Rogelio, lo haría con Camilo. Pero parece no importarle.—Es un bebé, déjalo. Debería aprender a madurar y más si a ti no te importa. Digo no te culpo, mi hermano es un estúpido y más por creer que tienes algo con Rogelio—. Comenzó a reírse—, eso es algo estúpido, de verdad.—¿Por qué lo dices?—Bueno, no te veo con Rogelio. Mucho menos con Camilo.—No vi a tu papá tan contento. Creo que no le caigo bien.—Mi papá solo esta así, ya que no sabe qué hacer con Camilo, pero tú no tienes la culpa de eso.—Tu mamá es muy linda, creo que a ella si le caigo bien.—Claro que sí, ¿a quién no le caerías bien? —A Hilda tampoco le caigo bien.—Hilda no le cae bien a nadie.Empezamos a reír y Alicia continúo pintando las uñas. La verdad es que, si la sentía como una verdadera amiga, aunque si supiera lo que hice, no creo que estuviera tan contenta conmigo.
Ya solo me quedaban un par de horas en la hacienda, me había encantado venir. Aunque las situaciones no habían sido las mejores y si, lo digo por Camilo. Aunque lo que me llevo en el corazón es el regalo de Rogelio, la muñeca se había convertido en mi favorita y nunca la soltaría. Lo que no sabía, era si algún día volvería a venir acá, la verdad es que no creo que el señor Ciro quiera que vuelva a venir. Realmente eso me tenía mal, creo que nunca había sido la manzana de la discordia y mucho menos por los celos tontos de Camilo.—¿Ya casi lista?Entraba Alicia a mi cuarto, terminaba de empacar mis cosas.—Sí. Muchas gracias, me gusto venir a tu casa y compartir con tu familia un rato.—Disculpa por lo que paso con Camilo, aunque sé que después de le va a olvidar y todo será como si nada.—¿Estás segura?—Por supuesto, conozco a mi gente y Camilo solo está haciendo un mega berrinche. —Gracias, amiga.Me abalancé para abrazar a Alicia, tenía muchas ganas de hacerlo. —Todo saldrá bien.
—¿Sabes que le pasa a mi mamá? —le preguntaba a Osmar.—No, estoy igual de sorprendido. La verdad no pensé que te agarraría a cachetadas.—Creí que me recibiría de otra manera.—Yo supuse lo mismo—. Osmar comenzó a sacar algunas de mis cosas de la maleta—. Pensé que se emocionaría de verte.Osmar saco la muñeca que me había comprado Rogelio y se le quedó viendo.—¿Y esto? —pregunto sin dejar de ver la muñeca.—Me la regalo Alicia, me gustó mucho.—Esto no te lo dio tu amiga, estoy seguro de que fue alguien más.—¿Por qué?, digo, es solo una muñeca.—Te la dio el tal Rogelio y lo sé por tu cara, te brillan los ojos.—Si, me la dio Rogelio. Pero considero que ya no volveremos hablar, al final de cuentas Camilo siempre será una sombra y no podré acercarme tanto como quisiera.—¿Qué hizo?—Se puso de celoso y su padre se da cuenta de que yo tengo la culpa de que ellos dos no se lleven bien y por ende no me quiere, —No seas tan dura, no es tu culpa que Camilo le tenga envidia a su propio