Sin cuidado, perdería. Al fin y al cabo, los niños tenían ideas diferentes.

Gabriel se limitó a cerrar el cuadro de diálogo, —Riqui, ahora no.

—¿No ves que te está preguntando? Date prisa y contesta.

Ricardo estaba un poco ansioso.

—No puedes responder en este momento, tienes que despertar su interés, y de todos modos, acabas de decir que tienes algo de lo que ocuparte más tarde, y ahora es él quien quiere saber la respuesta, y seguro que no va a borrarte, porque no termines la historia.

—¿No estás siendo una mierda? ¿Y si la próxima vez que termine mi historia, me borra?

—La próxima vez será la próxima vez, pero si terminas de decírselo ahora, quizá te escuche y te borre.

Ricardo se quedó perplejo, —¿Estás seguro?

—Bueno, dijiste que lo sobornarías, definitivamente no te borrará ahora, y su impresión de ti, a primera vista, definitivamente no es tan mala, después de todo, solías ser considerado un héroe al menos.

Ricardo miró el ordenador y dijo, —Nunca me he sentido un héroe, al meno