No le extrañaba que el presidente defendiera tanto a Rosalía, era la razón.

Luisa se enfadó aún más al oírlo, —No seas desvergonzada, es solo un pequeño bastardo al que has dado a luz, ¿qué tiene que ver con nuestra familia Castillo?

—Como es mi hijo y con el tiempo cambió su apellido a Castillo, entonces es nieto de la familia Castillo. Papá ha querido un hijo durante tantos años, y ahora que no lo tiene, un nieto sería lo mismo, ¿no?

Rosalía tampoco esperaba que su padre accediera a sacarla de la cárcel para un nieto.

Rosalía continuó, —el padre de este niño tiene una identidad inusual y puede dar un empujón a la familia Castillo, ¿crees que el padre volverá a apreciarme?

—Me tomas el pelo, si el padre del niño fuera realmente poderoso, no habrías podido vivir en tal pobreza durante tantos años, pero es solo el hijo de ese pobre hombre.

Rosalía enarcó una ceja, —Entonces tendrás que preguntarle a la señorita Ruiz, que está a su lado, quién es realmente el padre de mi hijo. ¿Es un pob