Magnolia quería levantarse para marcharse, pero Ricardo le sujetó la pierna, y dijo: —Aún no hemos terminado de hablar.Magnolia estaba a punto de enojarse, pero Julio se acercó, —Jefe, tienes varias llamadas perdidas.Ricardo miró fríamente a Julio, —Estoy ocupado. ¿De quién?—De la señorita Ruiz.Magnolia sintió que Ricardo la soltó al oir eso.Aprovechando la oportunidad, se levantó, —Que tengan una buena cita. Me voy.Magnolia se alejó del café, se burló en sí misma, «Despierta, Magnolia. Ricardo no era de tu mundo.»Era tan rico, pero Magnolia no quería aceptar ninguna de su propiedad.«Ya tengo un regalo más preciado.»Dentro del café, Ricardo se quedó molesto, no contestó la llamada, y miró a Julio, —¿Por qué estás aquí?—Jefe, dijiste que si había algo urgente yo tenía que avisarte inmediatamente.—¿Eso es urgente?Ricardo se ajustó la corbata, pero se dio cuenta de que la corbata estaba atada.«¡Magnolia, no te dejaré en paz!»Se apoyó en el asiento, mirando el d
Pero en la foto Magdalena estaba con un hombre, pero sólo se distinguió Magdalena.Magnolia recordó qué traje llevaba Ricardo ayer, y estaba segura de que el hombre en la foto fue Ricardo.Magnolia dejó el móvil, «Resultó que anoche Ricardo había tenido una cita con Magdalena.»Carmen también estaba leyendo la noticia, preguntó: —Magnolia, ¿te parece similar la espalda de este hombre?Magnolia se puso fría, —No.—Se parece mucho al dueño de la villa, ¿no?—Si quieres confirmarlo, puedes ir a preguntarlo.Magnolia no quería hacer caso a Carmen, que no se dedicaba al trabajo.Carmen pensó, «¿Me equivoqué? ¿Por qué no tengo la suerte de conocer un rico?»Magnolia también se quedó distraída por un momento.Al final, envió un mensaje a Ricardo: [Mañana a las nueve de la mañana, te esperaré en el Registro Civil.]Magnolia decidió, «No quiero meterme más en el asunto de Ricardo y Magdalena. Tengo que divorciarme de él lo antes posible.»En el Grupo Vargas, Ricardo estaba de mal hu
—Alexandra, en el futuro, tienes que darme cualquier información de tu primo, especialmente sobre Magnolia.—No te preocupes, Magdalena. No dejaré que Magnolia se quede con mi primo.—Alexandra, gracias. —sonrió Magdalena.—De nada. Seremos familia.Magdalena pensó, «Sí, soy la mujer digna de Ricardo.»Pasaron unos días y Magnolia se encontró con Magdalena fuera del estudio.Le invitó al café Magdalena.Magdalena preguntó: —¿Por qué no vas a hacer los trámites del divorcio con Ricardo?Magnolia respondió con calma: —Le he mandado un mensaje para pedirle que vaya al Registro Civil. Pero ha dicho que no está disponible.Magdalena se preocupaba un poco al oír esto, —Magnolia, no te dejaré en paz si descubro que has mentido.Magnolia mostró su diálogo con Ricardo, —Si no me crees, míralo.Magdalena se inquietó más al ver el mensaje.Magnolia tomó su teléfono móvil, —¿Por qué no vas directamente a Ricardo?Magdalena fingió ser tranquila, —Últimamente está un poco ocupado. Voy a
Ricardo se puso serio bruscamente, —¿Cuál condición?—Ricardo, sabes que me gustas y mis hermanos están molestos porque te casaste con otra mujer. No quieren que me relacione demasiado contigo. Pero sigo insistiendo en que me gustas, por eso David aceptó curar a la abuela —Magdalena se armó de valor para mirarle—. Pero David puso una condición: que se casara conmigo.Ricardo se puso hosco, —¿No le molesta que me he casado?—Sí. Pero soy tu hermana. Quiere que esté feliz. Si aceptas casarte conmigo, él vendrá a operar a la abuela. Todo es para la abuela.Cuando Magdalena terminó de hablar, observaba a Ricardo.Magdalena no sabía en qué pensaba Ricardo, pero ella ya no tenía otro remedio.«No quiero perder a Magnolia, una pobre. Sólo quiero casarme con Ricardo. Desde pequeña, podía conseguir todo lo favorito.»Los dos se quedaban en silencio.Ricardo se levantó, se dio vuelta hacia la ventana.—Ricardo, no quiero presionarte con esto, pero tienes que preocupparte por la abuela.
David no tenía paciencia a Magdalena, —No hay razón.Entonces colgó, y Magdalena quedó completamente confundida.Ella no estaba contenta y lo llamó de nuevo, pero sin contestación.Magdalena finalmente tiró el móvil y se quejó: —¿Por qué David no quiere hacer la cirugía para la abuela Vargas? ¡Realmente no lo entiendo!Su asistenta dijo: —Señorita, probablemente el don David quiera vengarse por usted.Magdalena se calmó poco, —¿Sí? ¿Por mí? Desde el asunto hace tres años, mis hermanos no han querido a los Vargas. Ellos hacen esto por mí.—Exacto, usted es su única hermana. Nadie pueda competir con usted.Al escuchar estas palabras de adulación, Magdalena mejoró bastante, —Tienes razón, David no quiere hacer la cirugía por mí. Tendré que pensar en una manera de convencer a David.—Señorita, creo que debería mencionar esto a la doña Ana de Vargas. Así que el señor Vargas definitivamente aceptará tu propuesta de compromiso.—Es una buena idea.Magdalena llamó a Ana enseguida, «E
Ricardo no sabía por qué su abuela le hizo esa pregunta y se quedó mudo un rato.La abuela Vargas dijo tranquilamente: —Acabo de tener una videollamada con Magnolia. Sigue haciendo horas extras en el estudio, ¿por qué no vas a recogerla?—Iré más tarde. —respondió Ricardo.—Ve ahora. Podrán comer fuera.—Abuela, quería preguntarte cómo estás.—Estoy bien, si tú y Magnolia hubieran tenido un hijo, habría podido estar mejor. Date prisa, ve a recoger a Magnolia. No hables tanto, ¡estoy harta de verte! —colgó la abuela Vargas.Ricardo sonrió al saber que su abuela estaba muy bien, miró su reloj, «¿La mujer sigue trabajando hasta tarde?»Llevó su traje chaqueta y salió pavoneándose.En el estudio, Magnolia tenía que trabajar horas extras para modificar los planos de diseño y enviarlos al cliente para que los comprobara.Ella es la única que se quedaba allí para dibujar el diseño.—Magnolia, ¿aún no te has ido?Magnolia oyó la voz y vio entrar a Rodrigo, —Rodrigo, ¿por qué vuelves
Magnolia vio llegar también el Maybach, que se sentaba Ricardo.Por un momento, Magnolia se sintió un poco confusa.—Magnolia, ¿qué pasa?Rodrigo bajó del coche y caminó hacia ella, también vio el Maybach, reveló un poco de envidia, —Magnolia, ¿te gusta este coche? Cuando gane más, voy a comprar uno, ¿qué te parece?Magnolia mostró una expresión avergonzada, realmente no sabía qué decir.En ese momento, Ricardo bajó la ventanilla del coche, —¡Sube!Cuando Magnolia vio a Ricardo, pensando, «¿Por qué está aquí? Es imposible que venga para recogerme, ¿no?»Rodrigo la miró sorprendido: —Magnolia, ¿se conocen?Magnolia se sintió tan avergonzada, —Rodrigo, hasta mañana.Rodrigo se puso alerto, —Magnolia, ¿es tu amigo? Mejor que te lleve a tu casa.Ricardo se desencajó al escuchar lo que dijo Rodrigo, bajó del coche y se acercó directamente a Magnolia, —La abuela me ha pedido que te recoja.Así que Magnolia sabía por qué vino Ricardo, «La abuela está preocupada por mí.»Magnolia m
Magnolia observaba al hombre, «De hecho es muy guapo.»Se fijó en los labios de él.Los dos estaban tan cerca que Magnolia entró en pánico.Quería empujarlo, pero dio una bofetada en su cara.El aire del coche se congeló al instante.Magnolia se quedó de piedra y explicó: —Perdón, no pensé que llegaría a esto... Fue un accidente...Ricardo la besó.«Sus labios son un poco fríos, pero tan suaves.»Magnolia olvidó respirar, después de todo, ya no podía recordar aquella noche que habían intimado.Ricardo se detuvo y murmuró: —¿No sabes respirar cuando besas?Magnolia se apresuró a recuperar el aliento, casi asfixiada antes.Se sonrojó, —No tengo tanta experiencia como tú.Pensando en que Ricardo besaba a Magdalena, Magnolia se limpió la boca con asco.Ricardo le cogió la barbilla, —¿Te doy asco?—Sé razonable, no es que yo haya tomado la iniciativa de besarte.—Eres la única que se atrevió a abofetearme.—De nada.Magnolia quería alejarse de él, vio a Magdalena de pie en