Miró el ordenador Javier y llamó a Héctor al mismo tiempo, —Héctor, un hacker ha invadido el sistema de red de mi empresa, ¿hay alguna forma de encontrarlo?

—Ningún hacker de la Ciudad Sur se atrevería a atacar al Grupo Inmobiliario Remax.

—Déjate de tonterías, no estamos en la Ciudad Sur. El departamento de seguridad está sin ideas, la otra parte parece ser muy poderosa. ¿No dijiste que tenías un programa muy poderoso? Envíamelo, ¡tengo que atrapar a ese hacker hoy mismo!

No había hacker que no pudiera atrapar si su segundo hermano estaba.

Héctor sonrió, —es pan comido. ¿Dónde está la dirección IP virtual de la otra parte? Sabiendo la dirección, probablemente sabré de dónde es la otra parte.

—La IP virtual está en Isla Perdida.

Héctor se atragantó con el café tras oír este nombre, —repite, ¿en qué lugar?

—Isla Perdida, el nombre suena un poco raro, ¿existe un lugar así en este mundo?

—Por supuesto que no, al fin y al cabo es una dirección virtual.

Este lugar solo había sido inventado