Tras hablar Diego con sus dos hermanos, decidieron por unanimidad no fingir ser pobres.

Tenían que encontrar la manera de mantener a Magnolia.

Roberto y Carlos asintieron, —Magnolia, ya tenemos dinero. La empresa de Héctor pronto cotizará en bolsa, así que a nuestra familia no le falta dinero. En el futuro, podrás comprar lo que quieras y no tendrás que preocuparte en absoluto por el precio.

Magnolia se sintió tan conmovida que no supo qué decir, —entonces, tengo que trabajar más duro para llegar a ser una diseñadora famosa en el futuro, no puedo ser un lastre.

Los ojos de Diego enrojecieron al escuchar estas palabras, originalmente querían que su prima confiara en ellos, ¡pero no esperaban que ella fuera tan trabajadora!

¿Cómo podía ser su prima tan mona?

Por la noche, los tres hermanos Ruiz volvieron y Magnolia cocinó para celebrar.

Magnolia sostuvo una copa, —brindis, y les deseo que se hagan ricos pronto.

Javier estaba un poco enfadado de que sus primos se hubieran tomado la decisi