Magnolia asintió y ambos dejaron el tema del que estaban hablando al mismo tiempo.

Mirando por la ventana y recordó el lugar de la boda que ella misma había diseñado, se sintió ridícula.

Mañana era el compromiso de Magdalena con Ricardo.

Bajó los párpados, mostrando un poco de desprecio por sí misma.

Aunque había sabido que ese día llegaría, se quedó perdida cuando llegó.

A las afueras del hospital, David estacionó el auto, —Magnolia, espérame aquí, saldré contigo cuando termine antes.

—No, David, tengo que volver al estudio. Vayamos a casa temprano para cena.

David la miró, —no te canses mucho del trabajo.

Magnolia vio a David entrar en el hospital y luego cogió un taxi directamente al hospital privado.

Por alguna razón, quiso visitar a la abuela Vargas.

Ricardo estaba prometido con Magdalena esta semana, y la semana siguiente era la operación de la abuela Vargas.

Con el impresionante hermano de Magdalena, la abuela Vargas debería estar sana y salva, y eso era lo único por lo que se s