CAPÍTULO 29: …ANTES DE LA TORMENTAEvadneEl plan es simple y complicado a la vez. Cuando ella me vea aparecer a través de esas puertas se volverá loca. No sé si se dará cuenta de mi nuevo estado, pero en realidad eso no importa. Solo debo acorralarla lo suficiente como para que confiese el plan.Llegamos al castillo de Mystara después de un viaje lleno de tensión y nerviosismo. Le he advertido a Théo que debe mantenerse oculto mientras yo pongo en marcha la primera parte del plan. Aunque me siento inquieta, confío en él y sé que él también confía en mí. Esta vez será diferente, no sucederá lo que ocurrió hace veinticinco años. Esta vez, saldremos juntos de esto.—Aquí debemos separarnos —le digo con la ansiedad carcomiéndome.Él me toma la mano y no parece tener intenciones de soltarla.—Ten cuidado por favor. Te acabo de recuperar, no quiero perderte.Théo se escabulle por el pasadizo secreto. Me siento impotente y ansiosa por no saber qué estará pasando con él. Pero ahora mismo deb
CAPÍTULO 30: LA ÚLTIMA BATALLAEvadneThéo gruñe con impotencia mientras Meinara me tiene bien sujeta del cuello. Sus garras amenazan con enterrarse en mi garganta y desgarrarme. Pero esta vez no pienso permitir que me usen de rehén.—Ya ríndete, estás sola y nosotros somos más. No ganarás nada con esto —le dice Théo dando un paso más hacia delante.—¿Crees que estoy sola? —pregunta con evidente sarcasmo, al tiempo que una risa maldit4 resuena en el espacio abierto. Mis hijos, el consejo y los demás lobos están alertas. De pronto ella aúlla hacia el cielo y en cuestión de segundos, un ejército de enormes lobos aparece en todas partes, rodeándonos.Entre ellos alcanzo a ver al chico que quiso acabar con mi vida, Drugen. Incluso hay algunos guardias del palacio involucrados.—¿Sigues pensando que estoy sola? —Meinara se ufana, segura de que esta es una pelea que ganará.Intento zafarme de su agarre, pero ella me somete y una de sus garras se clava en mi piel. Enseguida un hilo de sangre
CAPÍTULO 31: LA PESADILLA TERMINAThéoPuedo sentir al veneno carcomiendo cada parte de mi cuerpo. La debilidad se apodera de mí y las heridas que Meinara me produce solo aceleran el proceso de mi muerte. Intento ponerme de pie sin éxito, aun así, mi espíritu no está derrotado.Evadne corre a mi lado y solo quiero gritarle que se aleje. Esta vez no puedo perderla.—¡Padre!Los gritos de mis hijos son desgarradores, no quisiera que viesen esto. La caída del gran Théo Valerius.Con mi visión borrosa alcanzo a ver a Cassius acercándose al campo de batalla, pero entonces Drugen también se adelanta.—¡Que nadie se meta! —advierte Meinara—, el rey y yo hicimos un trato. Si alguno de ustedes interviene, los mataré a todos sin ninguna contemplación.—¡Eres una maldit4 tramposa! —ruge Evadne—, lo has debilitado porque sabes que sin el veneno nunca podrías vencerlo.Ella suelta una carcajada que me hiela la sangre. Trato de hablar, pero el gorgoteo de sangre se abre paso en mi garganta obligánd
CAPÍTULO 32: UNA ÚLTIMA PRUEBAEvadne—¡Théo! —grito. Pronto me doy cuenta de que no hay guerra a mi alrededor. Me encuentro en una cama caliente rodeada de una hermosa decoración en una habitación que me sienta muy familiar.Sin embargo, estoy sola. Aunque no por mucho. Escucho pasos acercándose apresuradamente. Las puertas se abren de pronto y Thalia aparece con una expresión que no sabría describir. Hay alivio en sus ojos, pero todavía prevalece una preocupación que me deja muy inquieta.—¡Evadne! ¡Estás bien!—¿Qué sucedió? ¿Dónde está Meinara y los demás lobos? ¿Dónde están mis hijos?—Tranquila, todo está bien. Después de que tú y Théo matasen a Meinara la mayoría se rindió enseguida. El Beta Caspian capturó a la manada de Meinara y los demás se han escondido, pero los están buscando.—¿Dónde está Théo y mis hijos?—Cassius tiene el mando del reino en este momento, él es quien está coordinando al Beta Caspian y a los demás del consejo. Seraphina y Aurelian están bien.Siento un
CAPÍTULO 33: CARRERA CONTRA EL TIEMPOEvadneGiro sobre mis pies cuando escucho pasos acercándose. Thalia llega a la entrada del jardín, pero se detiene en seco al verme.—¡¿Evadne?! ¿Eres tú?—Por supuesto que soy yo, ¿por qué preguntas eso?—No… es que… ¡Dios lobo mío! ¿Te has visto?—Solo estoy transformada, la luna llena me ha dado el poder completo de mi loba.Thalia no dice nada, me toma del brazo y me lleva dentro del castillo prácticamente a rastras. Entramos en la primera habitación disponible y me pone de pie frente a un espejo.—¿Sigues pensando que es una simple transformación?Mi mandíbula por poco se cae al suelo al verme. Soy yo… es decir… mi apariencia… ¡He vuelto a ser la misma! Toco mi rostro y mi cabello que ahora es rubio sin poder dar crédito a lo que veo. Mi rostro, mi piel, mi cabello… la imagen que tuve de mí por tantos años ha regresado como si nunca me hubiese ido.—¿Cómo…? —pregunta.—No lo sé, sentí que había algo distinto en mi transformación, pero nunca c
CAPÍTULO 34: DESPEDIDAEvadneLos guardias humanos no me dejan pasar, pero, por fortuna, un par de lobos enviados del reino pasan por allí en ese momento. Cuando me ven se quedan perplejos porque rápidamente reconocen mi rostro. Al principio piensan que se trata de alguna treta, pero yo los convenzo de que no es así.—D-déjenla pasar —dice el general Beta Ymui.—Gracias general, será muy bien recompensado, pero ahora tengo que irme.Él asiente todavía con la boca abierta. A penas me abren las puertas ingreso al reino humano a toda velocidad. Escucho mis pasos resonando en el suelo de grava del reino, me sorprende ver que no ha cambiado mucho desde que me fui. Los recuerdos invaden mi mente, recuerdos de una época en la que era feliz, antes de saber quién era en realidad, no obstante, no tengo tiempo para nostalgia, debo encontrar la Luminara antes de que sea tarde para Théo.Mientras recorro las calles familiares, la emoción y la urgencia se mezclan en mi pecho. Pronto llego al lugar
CAPÍTULO 35: EL AMOR PREVALECEThéoLa vida se escapa de mis manos, como si fuese arena infinita, se desliza entre mis manos y no soy capaz de retenerla. Puedo sentir mi piel ardiendo, mi cuerpo sacudiéndose por los temblores que el veneno me produce. En mi estado de semi inconsciencia escucho a las personas que me rodean. Mis tres hijos, a Thalia, incluso algunos lobos del consejo y a otras criaturas.Pero no la oigo a ella. ¿Será que Meinara al final consiguió lo que se proponía? Mi mente divaga entre los recuerdos, pero no estoy del todo seguro de qué es real y qué es solo una alucinación de mi mente.—Evadne… Evadne, mi amor, no te vayas…No sé si estoy hablando, o si estoy pensando; mucho menos si alguien me escucha. Lo único que sé es que la quiero a ella a mi lado, aunque sea para mis últimas horas de vida.Después de todo, los lobos no somos eternos aunque vivamos cientos de años. Sabía que este día llegaría, pero estaba en paz con la idea porque esperaba encontrarme con ella
CAPÍTULO 36: NUESTRO JUNTOS POR SIEMPREEvadneUn par de días han pasado desde que todo en mi vida volvió a su orden natural. Théo está a salvo, mis hijos están empezando a conocerme y aceptarme como su madre, y los soldados del reino han capturado a casi todos los insurgentes y rescatado a algunas humanas que todavía estaban con vida antes de que las matasen. Me enteré de buena fuente que Emily sobrevivió, lo cual me pareció un gran alivio.Sin embargo, todavía no me siento del todo yo. Regresar así después de tantos años es como haber hecho una gran pausa y de pronto, como si mi vida se hubiera quedado ahí estancada, aparezco para volver a tomar el lugar que me pertenece.Esta tarde Théo me ha pedido que me aliste, Thalia dejó un hermoso vestido en tonos lilas sobre mi cama y se supone que debo ponérmelo, pero ni siquiera sé muy bien para qué.Me calzo en el vestido que adorna mi cuerpo perfectamente. Es una sensación curiosa, pero buena.—Gracias diosa luna, espero haber cumplido t