Emily.- Desperté exaltada de la cama sintiendo una punzada de dolor en mi cabeza, un quejido salió de mis labios, mi vista se aclara y la primera imagen que veo es a Derek sentado en una silla en un rincón leyendo una revista, sentí decepción al no ver a… Daniel.— ¿Cómo te sientes? –Derek me saca de mis pensamientos.— ¿Dónde está Diogo?— Con Jacob, te trajimos al hospital porque te desmayaste seguramente fue producto del estrés y el shock –Asentí en silencio cuando recordé las fotos que me había mostrado Leandro.— ¡Tú, maldito bastardo! –Solté mirándolo enojada, los ojos de Derek se movieron por toda la habitación, estaba confundido y sorprendido al mismo tiempo. – ¡Me juraste que todas mis fotos habían desaparecido y Leandro logró conseguirlas! –Por su expresión noté que ya sabía de lo que hablaba.— Emily hay personas en el bajo mundo que tienen más talento que yo, no es justificación, pero yo no tengo la culpa que hayas marcado la vida de unos tus ex clientes tanto como para g
Daniel.- — ¿Citarla aquí en tu casa? –Reprocha mi hermana sentada con las piernas cruzadas moviendo con ansiedad su pierna.— No lo sé Tamy, como puedo andar libremente como quisiera –Le señalo el yeso que está en mi pierna.Decidí citar a nuestra madre aquí en mi casa, tampoco me agrada la idea, pero no puedo moverme mucho en esta puta silla de ruedas, además en una semana Emily y mi hijo estará de regreso y quiero tener todo resuelto.— ¿Qué se supone que le diremos Daniel? ¿Perdonarla? No la quiero cerca— Tamy esto lo hacemos por nosotros recuérdalo, debemos cerrar ese capítulo pronto serás madre ¿No crees que sería mejor llegar a eso sin tener tanta carga sobre tus hombros?— Odio cuando tienes razón –Justo en ese momento el timbre sonó, Chris salió de la cocina comiéndose un sándwich tal parece que los antojos del embarazo los está teniendo él, lo que me hizo pensar en mi bebé, aún no le he dado la noticia a Tamy quiero que salgamos de esto para continuar con nuestras vidas.De
Emily.- Observo desde la ventana a Diogo jugando a las carreras con Jacob y Derek, sonrío ante la imagen, aunque está incompleta, solo falta él… Daniel.— ¿Cómo te sientes amiga? No deberías estar levantada Emily –Entra mi amiga Anna con una enorme bandeja.— Solo tenía curiosidad ¿Ya viste a esos dos?— Si se ven adorables ¿No? aunque Natalia está histérica quiere que Jacob vuelva lo más pronto posible, se asustó mucho con lo del secuestro y la entiendo, me sorprende la fortaleza de Diogo, es un niño muy valiente –Mi sonrisa se desvanece. –Amiga ¿Qué pasa?Tenía que desahogarme con alguien y agradecía que fuera con Anna porque hace semanas he llevado un miedo en mi interior que me tiene la cabeza hecha un lío.— Me asusta que Diogo… recuerde lo que sucedió Anna, hasta yo quiero olvidarlo, cuando Leandro me amenazaba vi una mirada de mi pequeño que… me asustó, él es hijo de Leandro, lleva en su sangre el ADN de mafiosos y gente que se ha dedicado a hacerle daño a los demás y…— Emily
Daniel.-La ansiedad por volver a ver a Emily y a Diogo aumenta con cada minuto que pasa, Emily no ha recibido ninguna de mis llamadas y eso solo puede significar una cosa, que sigue enojada pensando que entre Leticia y yo pudo haber pasado algo lo que me llena de miedo de que regrese y no desee volver conmigo.Más ahora que estamos esperando un bebé, no podría con la idea de vivir alejado de mi hijo, no creo que ella me castigue de esa manera, sabe lo importante que es para mí una familia.— Anna informó que ya vienen en camino –Mi hermana se acerca poniendo su mano en mi hombro. –Chris y yo nos iremos, vamos a regresar a Seattle ahí terminaré mi embarazo, te espero allá –Dejó un beso en mi mejilla, después de la conversación con Regina el comportamiento de mi hermana ha cambiado se nota que está más tranquila y debo reconocer que la carga mental que tuve todos estos años desapareció.El esposo de Regina remitió mi control a otro médico, ella aceptó salir de nuestras vidas para siemp
Seattle.-Seis Meses Y Medio Después.-Emily.-— ¡Diogo, tu mochila! Tu papá llegara en cinco minutos— ¡Ya voy mamá!Me siento en el sofá suspirando, ya tengo siete meses de embarazo, me inclino un poco hacía adelante al sentir una pequeña patadita en mi costado. Hace unos meses regresamos a Seattle, logré convencer a mi madre de venir conmigo aunque no fue mucho esfuerzo, los recuerdos la invadían cada vez que salía de la casa, sé que no fue mi culpa lo que le sucedió a su esposo, pero no puedo evitar sentirla.Él fue un héroe estoy segura que hizo todo lo posible para que Leandro no se llevara a Diogo y con ese pensamiento mi madre se siente orgullosa, sé que lo extraña. Apenas llegamos la mamá de Derek la convenció de irse a un crucero por el caribe unos meses para que se distrajera y sí que lo hace, me ha estado enviando fotografías y me alegra verla sonreír.Mi hermana se fue a Londres, el esposo de Tamy logró que la transfirieran a Cambridge para que siguiera sus estudios, ella
Daniel.-— ¡Oye! Tu hijo como que está siendo muy atento con Bianca ¿No te parece? –Giro observo el ceño fruncido de Derek no puedo evitar reírme. –No me parece gracioso.— Podemos arreglar un matrimonio ¿Quién mejor que mi hijo para que sea t yerno? –Le guiño el ojo, su aura de mafioso se hace presente mirándome como si quisiera asesinarme.— No, mis hijas estarán recluidas en un convento y serán monjas –Solté una gran carcajada.— Quiero oírte decirle eso a Diana, ¿No crees que mi hijo sea suficiente para tu hija? –Pregunté con un falso enojo.— No seas idiota, tú y yo sabemos que las relaciones se complican, no quiero ver llorar a ninguna de mis hijas por un hombre, por cierto ¿Cómo vas con… pues con todo?— La extraño… –Dije casi sin pensar. –Pero ella tenía razón, solucioné muchos de mis problemas del pasado, pero aún sigo sin tener el valor de contarle lo de Regina, además no quiero darle más motivos para que sienta miedo –Derek me mira confundido. –Diogo me contó lo que pasó co
Emily.-Veo las gotas caer sobe mi ventana, arrecía afuera típico clima de Seattle, mientras yo sigo terminando mi delicioso helado de chocolate con un extra enorme se sirope de chocolate, a falta de sexo el chocolate es mi mejor amante en este momento.Justo cuando me levanto del sofá para buscar más ración de helado escucho el timbre, frunzo el ceño puesto que no estoy esperando ninguna visita y menos en las fachas en las que me encuentro, una bata de seda color negro, no me da chance de buscar algo más acorde para taparme, abro la puerta y asomo mi cabeza y me sorprendo al ver a Daniel.— ¿Q…Qué haces aquí? ¿Dónde dejaste a Diogo? –Le pregunto intentando cubrirme.— Con Derek y Ana me fue difícil alejarlo de Bianca –Se encogió de hombros. – ¿Estás bien?— Uhm… sí, si es solo… ¿Tú estás bien?— Quería que habláramos sobre algo –Respondió con demasiada seriedad.— Uhm… Ok solo dame unos segundos –Pedí cerrándole la puerta en la cara, como pude caminé con rapidez hasta mi cama aunque
Emily.-Sentados en el sofá, el mundo exterior parece desvanecerse, y solo somos nosotros dos, atrapados en un momento que ha sido anhelado durante tanto tiempo, la distancia que nos separó se siente como un eco lejano, un recordatorio de lo que hemos superado.Siento la calidez de su mano entrelazada con la mía, y una oleada de emoción me atraviesa al recordar todo lo que hemos vivido, mi vientre, redondeado y lleno de vida, se convierte en el símbolo tangible de nuestro amor, de todo lo que hemos deseado juntos, mientras me mira a los ojos, veo en su mirada una mezcla de ternura y deseo, una conexión que trasciende las palabras.— Tengo que confesar que… –Rompí el silencio que se había instalado entre nosotros, porque ya no aguantaba más, lo deseaba en mi cama, deseaba sus labios sobre mi cuerpo. –Te deseo Daniel –Me mordí el labio sintiendo mis ardiendo, pero no de vergüenza, era lujuria, deseo.Él no dudó mucho su mano libre se coló por mi nuca de inmediato selló sus labios con lo