Hay una competencia improvisada de fútbol en todo el instituto. Uno de los alumnos, compañero de Evan se tropezó en las escaleras y se rompió el tobillo, por lo que están haciendo la competencia como una forma de recaudar fondos. Todo aquel que quería participar de la competencia o ser público debe abonar una suma mínima para ayudar a la causa.Él prefirió jugar, me muerdo con fuerza el labio inferior. Ambos equipos van empatados, Evan lleva la delantera, faltan pocos minutos para que termine el partido y necesita si o si anotar ese gol. —Ey—. Se sorprende Camille—. No sabía que eras tan competitiva.Hasta ahora no me había dado cuenta lo rígida que estaba y la fuerza que ponía en mis manos contra la baranda tratando de ver con claridad el partido. Me sonrojé. —N-N-No soy...—¿No lo ves, Cami?—. Ya yo me estaba sorprendiendo de que Lucie no abriera la boca—. A ella no le interesa el fútbol, lo que más bien le interesa es el chico de la camiseta número 10...Codeo a Lucie y entorno l
La semana pasó volando, todos los días Evan me llamaba y nos veíamos en vídeos, fotos etc. Me decía lo frío que hacía en Rusia y lo diferente que era de nuestro país. Yo lo escuchaba quejarse pero por su tono de voz entendí de que de verdad lo estaba disfrutando, aprendiendo idiomas y saliendo por ahí, yo más que cualquier otra cosa me sentía feliz por él, me encantaba escucharlo tan emocionado, casi hasta podía imaginar el brillo verde de su mirada mientras gesticulaba con énfasis. Me gustaba que esté contento, porque él no se da el gusto de descansar o incluso tener paz. Llegó ayer por la noche, lloré al verlo, como si no lo hubiese visto horas atrás por la videollamada. Él me sonrió tranquilo y esa noche dormí acurrucada a su lado. Protegida de cualquier mal. Me pregunto que diría Evan al enterarse de que voy a aparecer en un comercial en la televisión, sería muy bonito y me haría feliz si a él le gusta.Estoy divagando con potencia mirando a través de la ventana, una bandada de p
Me estoy muriendo de calor, joder. El sol está en su punto más alto. Siento el sudor resbalar por mi espalda. Daría mi brazo izquierdo por un helado en este instante. La cancha tiene barras que impiden que ninguna persona ingrese e interrumpa el partido, obviamente eso no aplica a animales. La primera en carcajearse es Lucie, luego sigo yo y al ultimo Camille. No sé de dónde ha salido un perro, pero está paseándose por el campo por lo que el árbitro pita y personas tratan de agarrar al perro. ¡Lo más gracioso de todo es que ni siquiera se acercan! El perrito piensa que están jugando con él y empieza a esquivarlos como puede. Es una situación tan surreal que me sujeto el estómago de tanta risa. Camille está golpeando la cerca en busca de aire y Lucie ya está con los ojos llorosos. Ninguna es consciente de una cuarta presencia en nuestro grupo hasta que siento algo frío bajar por mi cuello. Chillo del susto y mis compañeras dan un pequeño salto hacia atrás.—¡¿Cuál es tu problema?!—s
¿Q-q-qué voy a hacer? ¡Es el comercial que hice con Alastor y que mantuve en secreto de Evan!-E-e-evan yo...-Por favor, se convoca inmediatamente al equipo ganador para que puedan llevarse el premio. En la parte principal, ya empieza la ceremonia.La voz robótica en los parlantes avisó sobre la entrega del premio.El cabello de Evan caía de forma desordenada sobre sus ojos, tenia la cabeza gacha por lo que me impedía ver qué pasaba por esos ojos verdes y por ende no tenía ni idea de cual sería su reacción a continuación. Pero su lenguaje corporal lo anunciaba a gritos: Abatimiento. Con una fuerza innecesaria, estiró el brazo devolviendo el celular a su dueño. Prácticamente lo empujó hasta su pecho y lo soltó sin importarle si Alastor lo tenía agarrado o no.Y así sin más, se alejó, dejándome atrás.Raros son mis sentidos, aquellos que buscan partes de ti en mi razón.Permanente es tu ausencia infinita, plegada de amor incandescenteque penetra oscuros deseos prohibidos.Distantes e
Ha pasado una semana ya, una semana en donde Evan no me ha dirigido una sola palabra, ni siquiera los buenos días, y evita mirarme a toda costa.Él prefirió caminar en vez de subirse al automóvil conmigo, entonces Robert me llevaba sola al instituto, hasta que pasamos a recoger a mis amigas.—Pienso que no deberías deprimirte tanto por ese imbecil—Lucie se puso en modo "mamá osa" y desde que me encontró en tan mal estado no deja que esté callada mucho tiempo. Y mucho menos sola—. Nadie debe hacerte llorar a menos que sea de la alegría.Camille sin embargo se siente culpable por no haber "estado ahí para mi" pero ¿cómo ella iba a saberlo? Lucie solo me encontró de pura casualidad cuando salió de clases para ir al baño. Sin embargo no puedo quitarle esa culpa innecesaria que carga. Que buena amiga, Abbey. Es la décimo quinta vez que suspiro en dos horas. Es hora de la salida, mis amigas fueron recogidas por los padres de Camille, me negué a irme con ellas. Necesito pensar.Voy yendo ha
Recuerda que las noticias malas, pueden convertirse en peores. Ley de Murphy. No recuerda haber llegado al hospital, ni siquiera recuerda cómo salió del instituto, su mente solo estaba en: Evan. Su alma casi sale de su interior al verlo. Está allí, sentado en el pasillo de espera de familiares. A pesar de su alivio, de confundió. Si no era Evan quien estaba de paciente, ¿entonces quién? Cuando recibió la llamada de Stephen y lo escuchó afectado al punto de balbucear, la presión arterial subió a los cielos, sin embargo escuchar las palabras "Amo Evan" y "hospital" en una misma oración anuló su ritmo cardíaco. Se asustó tanto que ni siquiera lo pensó dos veces, salió corriendo del lugar sin importarle más nada que llegar a la clínica. —Ángel—Evan levantó la mirada al oír pasos y se lanzó a los brazos de su amada. Por más hombre que sea, sus lágrimas estaban justificadas por ese dolor atroz en su pecho. Abbey sin embargo tuvo que reprimir un jadeo al ver el rostro de su prometid
Las cosas pasan porque tienen que pasarEl fósforo y la vela—Cuando tuvimos esa pequeña discusión me sentía totalmente inútil, molesto conmigo mismo, me atrevería a decir que hasta culpable—Evan sonríe con amargura y guía la mirada hacia el suelo, inconscientemente, quizá y sólo quizá sería más fácil contar lo que debía sino miraba la decepción y la lastima que tendrían sus ojos. Abbey miraba atenta, tuvo el impulso de alargar la mano y cogerle los dedos para demostrar apoyo, pero algo en su interior le decía que si lo hacía puede que él, se cierre dentro de sí mismo, como una concha marina. Aguardó con paciencia a que Evan termine su relato—. Prometí cuidarte, sin embargo ¿a quién engaño? No puedo ni siquiera averiguar quién te hizo daño y encima de todo, para la guinda del pastel, asesino a mi madre y mando al hospital a mi chófer. —Evan...Niega y va hacia la ventana del cuarto del hospital, evitando mirar el cuerpo inconsciente de su chófer.—En fin, hice investigaciones, hilaba
Sí, me quiero casar y crear recuerdos de ese día. "Pensamiento vago de Abbey "Estuvo un buen tiempo observándola, de soslayo obviamente, aún así, su luz, lo cegaba. Los demás en el pasillo parecen también haberse dado cuenta del cambio, susurraban y a veces entormaban los ojos. Sí, Alastor estaba en éste último grupo, debía entrecerrar los ojos para evitar una ceguera permanente. Suspiró irritado, sospechando de la alegría de esa amateur y se acercó, anunciando su llegada.—Parece que ya te has reconciliado con el niño rico ¿no?Abbey sonrió ante la repentina pregunta/acusación del castaño. ¿Porque estaba de mal humor? No importaba, nadie podía hacerle borrar esa sonrisa de su rostro. —¿Niño rico?Alastor giró los ojos.—Ya sabes, tu novio.Abbey sonrió con mayor intensidad. Alastor se sorprendió del cambio de actitud. —Si no te conociera, diría que estás celoso, Alastor. Tosió al atragantarse con su propia saliva. ¿Él? ¿Celoso? ¿El mayor Rockstar del mundo? ¿Quién tenía millones