Chase gimió, apretando sus ojos con fuerza, sintiendo el calor en su espalda. Se inclinó más cerca, amando el calor y el aroma. También sentía manos recorrer su pecho y abdomen. Abrió los ojos, parpadeando lentamente, mirando hacia la ventana que permanecía cerrada todavía. Suspiró, girando la cabeza para ver mechones de color rubio sucio y un ojo verde brillante. Heath levantó la cabeza, con una sonrisa de labios cerrados que hacía los hoyuelos visibles.
"Buen día," murmuró, estirando la mano hacia atrás para acariciarle el cabello.
Heath hundió la cabeza en el hueco de su cuello, besando el lugar donde estaba su mordida, haciéndolo gemir y suspirar con placer. Le dio espacio, mientras él lamía y besaba alrededor, sus manos le rodeaban así que sus dedos comenzaron a jugar con sus pezones lentamente, tirando y masajeándolos. Chase sintió su pene pulsar y también el de Heath contra su trasero.
Sonrió, recordando todas las veces que lo hiciero
"¿Qué tan lejos está ese lugar?"Ryder suspiró, caminando por delante de su sobrino, mirando ramas y más ramas, tierra, árboles, pasto. Habían estado caminando por horas y horas, con pequeñas paradas para que Theo descansara y pudiera cambiar para sanar su tobillo. Ahora caminaba desnudo, gruñendo cada vez que una rama arañaba sus pies, y escuchando las mil preguntas que él seguía haciendo."A unos cincuenta kilómetros, tal vez," murmuró sin ánimo."Oh. No está tan lejos."
Dominic se detuvo frente al taller. Bajó de su moto con suavidad y entró al lugar, observando el auto que estaban modificando. Desde que consiguió su Harley, había estado esperando a que los últimos accesorios llegaran para poder instalarlos. El dueño del taller, Marcus, había movido sus contactos para hacer una entrega directa hasta North Hill lo más pronto posible. Ellos se conocían desde hacía un tiempo atrás, cuando su manada estaba llegando al pueblo."Hey, Dominic." Se dió la vuelta, viendo a Marcus acercándose mientras se limpiaba las manos con un trapo. Marcus sonrió mientras señalaba a su moto. "Las piezas llegaron esta mañana."Pasó a su lado, tomando una caja del esta
Heath se quejó, subiendo la mano hacia su cabeza para frotar el lugar que palpitaba con dolor. Se humedeció los labios secos parpadeando lentamente a la oscuridad. Sacudió la cabeza, sintiendo el peso sobre su pecho. Se sentó de golpe, gruñendo antes de que el familiar aroma se metiera en sus sentidos. Chase lo miraba con ojos hinchados y rojos.Suspiró, tirando de él sobre su pecho. Su compañero lo envolvió con sus brazos apretadamente. "¿Tengo que envolverte en burbujas para que dejes de salir lastimando?" Sollozó sobre su hombro, sacudiéndolo.Heath sonrió, pasando un mano sobre el cabello de Chase, besa
"¿Estás bien?" Se detuvo para darse la vuelta y ver a Heath. Su compañero estaba apoyado sobre sus rodillas, jadeando pesadamente. Sacudió la cabeza cuando se enderezó. "¿Cómo-?" Tomó una profunda respiración y la dejó salir, su pecho subiendo y bajando. "¿Cómo es que haces esto?" Tenía una mancha en la parte frontal de su camiseta deportiva y su rostro estaba rojo. Chase estiró los brazos por encima de la cabeza y observó el camino limpio del bosque. "Estuve en el equipo de atletismo cuando estaba en la universidad. Tomé el hábito." Sonrió hacia él, cuando Heath se hizo más cerca, sacudiendo la cabeza con las manos sobre las caderas flojamente. Levantó las cejas antes de palmearle el brazo. "Eres un
Chase Jenkins se estaba preparando para iniciar su primer turno cuando escuchó una conmoción afuera del cuarto de baño. Acomodó sus cosas dentro de su bolso, todavía escuchando las voces provenientes del pasillo elevarse a cada segundo. Suspiró con cansancio sabiendo bien que no era la primera vez que los pacientes perdían la paciencia y atacaban al personal. Dios sabía que él mismo se había ganado empujones, insultos, e incluso golpes por parte de las personas que no entendían que no podían solo conseguir la atención cuando ellos lo quisieran.Trabajaba en una clínica pequeña en una comun
Chase se retorció en su cama palmeando el colchón en busca de su celular. Cuando lo sostuvo en su mano, lo puso en su oreja sin revisar el nombre."¿Sí?" contestó con la voz amortiguada con la cama."Chase, es Graham." Su hermano dijo desde la otra línea. "Oye, me preguntaba si tendrías una habitación disponible para mí."Rod&
"Jamás pensé que me casaría," Chase rió flojamente mirando su taza llena de café humeante. Sus dedos se aferraron a ella cuando levantó la mirada. "Esto es extraño."Heath lo miraba con una seria expresión que le decía que estaba dándole tiempo para que procesara todo. Luego hizo una mueca. "Lo sé. Pero, todavía no estamos acoplados.""¿Qué?"El oso giró la cabeza hacia la ventana, dándole una buena imagen de su perfil. Era demasiado guapo. Tenía que ser una broma que este tipo estaba con él y que lo quería. Se mordió la lengua cuando Heath tensó la mandíbula, haciéndolo ver peligroso y jodidamente hermoso junto a esa expresión en su rostro. Buen Dios."Para completar el... apareamiento, debo morderte." Sus mejillas se llenaron de color cuando él dijo la última parte. Chase ta
Un día después, Chase recibió una llamada de Graham."¿Sí?" preguntó, recogiendo la bandeja con medicamentos que tenía que entregar."Hola, dijiste que llamara cuando estuviera listo," su hermano habló rápido, su voz un poco agitada también. Frunció el ceño dejando la bandeja sobre la mesa. "Estoy... Estoy en mi auto ahora mismo. Llegaré tan pronto como pueda.""Graham, ¿pasa algo?"La línea permaneció en silencio por un momento, solo la respiración de su hermano podía escucharse. "Sí, sí. Estoy bien. Solo... llegaré pronto."Antes de poder decir una palabra más, Graham colgó. Miró su teléfono por un momento, bastante confundido y un poco preocupado. Casi parecía como si su hermano estuviera llorando. Tuvo el impulso de marcarle y preguntarle, pero conocía a Grah